jueves, 29 de enero de 2009

NO HAY REGLAS FIJAS

Cuando nos enamoramos,nos encontramos a nosotros mismos en una" relación" objeto de escrutinio desde el punto de vista de nuestros sentimientos, y, si tenemos problemas, telefoneamos o visitamos a un psicólogo para que nos ayude.



Hemos llegado a creer en la noción de Dewey de que no hay reglas fijas, que el desarrollo es el único fin moral.

Woody Allen, portavoz neurótico de la sociedad psicologica, lamenta en Annie Hall,"Creo que una relación es como un tiburón, tiene que moverse continuamente hacia adelante o muere.(LEAHEY,T.H., Historia de la Psicologia,p.544)

2 comentarios:

  1. ACUDIR AL PSICOLOGO ¿CUANDO EN EL MOMENTO OPORTUNO? SI ACUDIMOS DEMASIADO PRONTO ANTE CUALQUIER DIFICULTAD CORREMOS EL RIESGO DE CREAR UNA DEPENDENCIA Y PADECER DE RECURSOS PSICOLOGICOS PROPIOS Y SI ACUDIMOS DEMASIODO TARDE PODEMOS INTERIORIZAR Y ARRAIGAR TANTO EN PROBLEMA QUE AUNQUE NOS PONGAMOS EN MANOS DE UN PSICOLOGO NOS RINDAMOS AL NO ENCONTRAR PRONTO UNA SOLUCION.

    ResponderEliminar
  2. RESPUESTA AL COMENTARIO DE FERNANDA
    Para ir al psicólogo, es condición indispensable que la persona esté dispuesta, mentalizada a dar un giro a su conducta, a abrir su mente de manera que pueda adaptarse a un CAMBIO. El CAMBIO, requiere voluntad,esfuerzo, autocontrol y en definitiva, un cambio en la conducta que interfiere a la vez en las ideas de la persona,
    provocando un estado anímico de bienestar, el psicólogo, No es quien realiza el esfuerzo, es el propio sujeto el que se propone conseguir ALGO, aprendiendo el método con la ayuda de un psicólogo, este a
    su vez,ayuda de la misma manera a ser independiente, a llevar uno mismo las riendas de su propia vida, porque el psicólogo enseña a generar recursos, ayudando a afianzar los que el sujeto ya tiene,y ayuda a aprender otros nuevos.
    Para ir al psicólogo, tampoco se hace tarde, porque lo que cuenta es el deseo que la persona tiene de abrirse a nuevas respuestas a los estímulos.

    ResponderEliminar

OJOS

ÍTACA

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar, y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendés ya que significan las Ítacas.


Costantino Kavafis


Mapa de Visitas