martes, 11 de mayo de 2010

El Concierto más esperado


El 8 de mayo, tuvo lugar en el Arena o2 de Londres , el concierto más esperado por los fans europeos de Julie Andrews.
The Gift of Music. An Evening with Julie Andrews, nos ofreció un espectáculo musical que constó de dos partes, la primera constituyó un homenaje a los compositores Rodgers y Hammerstein, y a la carrera de Miss Andrews, quien al salir al escenario, fue recibida con una gran ovación por un público entregado que al final de cada intervención de la artista, se levantaba de su asiento para aplaudirla con absoluta pasión.
La primera parte finalizó con todo el público cantando a coro la canción Do.Re, Mi con Julie, a lo cuál siguió otra acalorada ovación.
En la segunda parte pudimos ver a una Julie Andrews, renovada, en su faceta de escritora, narradora, y por supuesto, actriz y cantante, ya que cantó y narró la adaptación musical de su libro "Simeon´s gift", posteriormente, volvió a emocionar al público con la interpretación de un conocido tema de "South Pacific", poniendo el broche final con Edelweiss.


Conocido por todos es su problema con las cuerdas vocales, causado por una operación a la que se sometió en el año 1997, tras la cuál perdió la voz cantada completamente.

Pero tras varios años de trabajo, nos regaló la ocasión de volver a escuchar su voz, que, aunque ya no posee la tesitura de soprano ligera, sí continua ofreciendo un sonido claro, profundo y limpio.

El concierto fue un absoluto triunfo de la artista, quien volvió a demostrar su capacidad de convocatoria, así como también que nunca pasará de moda.

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OJOS

ÍTACA

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar, y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendés ya que significan las Ítacas.


Costantino Kavafis


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